Capítulo 2. ¿Matrimonio pactado?

Aún mareada y temerosa salí de aquel burdel, sintiendo lástima por las otras chicas vendidas que seguían en él y sin tener claro mi destino. Enfrente del local había un enorme coche negro lujoso, y el hombre que conducía trajeado, bajo del asiento del conductor para abrirnos una de las puerta traseras.

Al entrar adentro, junto a él y los otros dos hombres, me sentía observada de arriba abajo y enseguida pregunté.

_¿Por qué me has salvado?

Él, que estaba justo a mi lado, me observó direcamente con sus preciosos ojos azules que parecían vacíos de emociones.

_¿Cuál es tu nombre ?

Preguntó con interés.

_Dianora..

_Precioso nombre, yo soy Matteo , y te he salvado para que estés en deuda conmigo,  una deuda que debes cumplir si deseas ser libre de nuevo.

_¿En deuda?, pero yo no tengo dinero, solo puedo darte mi casa. Prometo que si me dejas irme puedes quedártela, es lo unico que tengo material en mi vida, pero no me importa, prefiero ser libre de nuevo y empezar sin nada.

_Eso no va poder ser por el momento. Además yo no quiero tu casa, tengo muchísimo dinero, más del que te puedas imaginar y puedo comprarme las casas que desee. ¿Por que querría tu casa?

Dijo riéndose, hasta su sonrisa era preciosa, pero aquel hombre que por fuera era inmensamente atractivo y cautivador, parecía tener un alma verdaderamente oscura.

_Si te he salvado de ese tirano, es para que te cases conmigo, solo para estar en matrimonio durante un año, y para que ante todo el mundo seas una ideal buena esposa.

Yo me quedé de nuevo paralizada, él quería sacar algo de mi como el anterior hombre...

_Te ofrezo un matrimonio pactado conmigo de solo un año... tendrás todos los lujos que desees, incluso un dinero mensual, y tu propia habitación en mi villa, siempre que accedes a casarte conmigo y cooperas a mi lado para disimular ante todos que estamos completamente enamorados.

_Pero yo no te conozco de nada, ¿ Qué clase de petición es esta?

_Solo sera un año, luego nos divorciaremos legalmente y podrás irte, continuar con tu vida y no volver a verme nunca más.

_Pero yo...no puedo hacer esto, tengo cosas que hacer, no puedo dejar mi vida sin más y cansarme con alguien que no conozco. ¿Qué clase de deuda es ésta?

_Es importante que sepas que estarás a salvo, no intento aprovecharme de ti de ninguna manera. Será un trato de un año de duración... ni siquiera voy a tocarte.

Yo me sentí algo aliviada ante ello, por lo menos podía estar segura de que ese hombre no quería agredirme sexualmente, ni que cumpliese obligada con con las relaciones que tendría una esposa durante en el matrimonio con su marido

_Si era eso lo que te preocupaba, puedes estar tranquila pequeña, yo no soy ningún violador... no disfruto acosando ni haciendo daño a las mujeres. Es más, puedo tener a la mujer que desee libremente.

Dijo en ese momento de manera sobervia y egocéntrica, y dadas sus condiciones físicas que eran perfectas, no me extrañó en absoluto que fuese asi. Era guapísimo, rico e incluso parecía respetuoso para las circunstancias, al menos más que el dueño del burdel, del que había recibido en poco tiempo arrastramientos , apretones de muñeca , gritos y empujones...

_¿Por qué yo?

Él sonrió.

_Me sentí atraído por tu gran belleza.

Dijo con sinceridad  de manera directa, y eso hizo que me sonrojase un poco, y miré hacia mis pies, esquivando su mirada azul durante varios segundos, como una niña pequeña completamente avergonzada, aunque ya fuese una mujer adulta joven.

_Entonces ahora cuando lleguemos te enseñaré la que será tu nueva casa por un año y tu habitación, en los próximos días la mujer principal del servicio cogerá tus tallas y medidas para comprar toda la ropa que necesites. Por el momento hasta que no me demuestres confianza y nos casemos, por supuesto, no se te permitirá salir. Espero que no te sientas ofendida por ello pero, como tú has dicho, yo tampoco te conozco de nada y no puedo confiar en ti.

_Pero espera, como ya te dije no puedo casarme contigo, no puedo... lo siento pero no puedo hacer esto.

Él soltó una carcajada en aquel momento.

_Princesa, me parece que o no me explico lo suficientemente bien o es que te cuesta comprender lo que te estoy diciendo. Esto no es una petición, es una orden, te casarás conmigo y punto, y estaremos conviviendo un año bajo el mismo techo, aunque tranquila mi villa es enorme, habrá días que ni nos cruzaremos. O espera... ¿Prefieres ser devuelta a ese burdel de mala muerte?

Me dijo a modo de amenazante y yo me quedé callada.

Sin darme cuenta llegamos a la zona residencial más cara de la ciudad, donde solo vivian los empresarios mas exitososo, políticos, y... mafiosos, como sospechaba que era el caso de aquel hombre. De repente tras varios minutos paro el coche y sin previo aviso, paramos ante una inmensa villa con miles de metros de jardín y una casa más digna que ser llamada castillo. Aquel era su hogar definitivamente. Después de dejarme en la que se había elegido para ser mi habitación, un cuarto enorme y frío, como aquel lugal, decidí que lo que lo único que podía hacer era planear mi huida.

Así que pasé la tarde allí fingiendo dormir, y al caer la noche de manera sigilosa baje las escaleras de aquella planta, no escuché a nadie, pero al llegar a primer piso oí a hombres hablar entre ellos de una operación que debían llevar a cabo en el centro de Nápoles.

Yo me alejé de aquellas voces sin prestarlas atención, y cuando llegué a la puerta simplemente corrí desperada sin mirar atrás, y seguí corriendo metros y metros de jardín, exhausta, hasta llegar justo a la enorme valla de la entrada que estaba dispuesta a saltar paraa ser libre cuando.

_¿Dónde te crees que vas princesa?

Escuché su voz justo a mis espaldas, dios mío él estaba justo ahí. Me giré lo vi de nuevo detrás mía mucho más  alto que yo y fuerte, pero instintivamente me lancé sobre él dispuesta a luchar, y comencé a gritar y sacudir mis brazos pegando golpes contra su pecho que parecían no hacerle ningún daño.

_Eres un monstruo, un monstruo...

Él después de varios segundos, terminó sujetando mis manos y me pidió entre gritos que me tranquilizase.

_¿Pero por qué estás haciendo las cosas tan sumamente complicadas?, solo sera un matrimonio falso de un año, ni siquiera tenemos que compartir tiempo juntos solo debemos disimular.

_¡Porque soy libre y nadie puede bligarme a nada, ni siquiera tu a pesar de que seas un jodido mafioso!

Dije entre lágrimas de ira.

_Yo te compre y me perteneces al menos durante un año... y estoy siendo bastante generoso.

... gritó a uno de sus hombres, que no tardó en llegar hasta nosotros.

_Llama a la ama de llaves, necesito que la encierre en su habitación, no puedo confiar en ella.

Enseguida llegó una mujer mayor que me dijo que sería mejor que no armase más problemas y me obligó entre amenazas sutiles a ir con ella de vuelta a la que era mi habitación asignada.

Pasé aquella noche llorando en aquella enorme habitación, desesperada y pensando en la manera de escapar, de manera mas inteligente y sigilosa. Y a la mañana siguiente, temprano, la misma mujer, que dijo llamarse Margarita, me pidió que fuese al jardín con ella que mi desayuno estaba preparado. Había una bonita mesa junto a la piscina con grandes tostadas, pan dulce, galletas, frutas, café y zumos frescos.

_Come todo lo que desees.

_No tengo hambre, solo quiero irme de aquí.

Deberías estar agradecida muchacha, muchas prisioneras preferirían estar aquí que de donde te salvo ...

Yo no contesté, a fin de cuentas seguía sin disponer de mi bien mas preciado,  mi libertad.

_El señor Matteo no suele ser an amable con las personas.

Yo seguí sin contestar.

_¿Café?

_Está bien.

Dije sin poder negarme al olor perfecto que salía de aquella cafetera italiana que estaba justo enfrente.

_Él no te obligará a compartir tu tiempo con él, tómate este año como unas vacaciones, con servicio, spa, piscina y un jardín donde puedes hacer ejercicio y descansar al sol.

_Señora yo tengo que volver a mi casa, tengo unos estudios a los que asistir y debo saber cómo se encuentra mi abuelita.

_Parece que no lo entiendes... muchacha tú ahora le perteces a Matteo Barone por un año, vas a ser su esposa, y más vale que te comportes como una buena al menos cara a su gran círculo social.

_Y no voy a ser la esposa de nadie señora.

Ella se echó a reir en aquel momento.

_Claro que lo serás, Matteo ya ha anunciado vuestro compromiso públicamente y os casareis en tres días.

_Pero eso no es posible, ¿Por qué ha hecho eso?

_Las razones no importan, tú lo único que debes hacer es cooperar si quieres volver a ganar tu libertad.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo