—Estás viva— dice su amigo cuándo le responde la llamada.
—Acabo de levantarme.
—Anoche te busqué y no supe nada de ti.
—Ni siquiera me lo recuerdes.
—Dime que no es algo de lo que deba preocuparme.
—Bueno… Lo que sucede es que me acosté con Marcus pensando que era Víctor.
—¡¿Qué?!
—¡Lo sé, hoy en la mañana cuándo lo vi me quería morir!
—¿Y qué te dijo él?
—No se dió cuenta cuando me fui, estaba dormido y yo salí en silencio.
—Vaya, me pasó igual.
—¿Cómo así?— cuestiona y luego recuerda cómo se encontró con Lidia. —Oh por Dios, Lidia y tú.
—Ahora no me contesta.
Rebeca pretendía responder, pero otra llamada entra, era su madre. No esperaba que por estos tiempos ella le estuviera llamando, algo debía haber pasado para que ella lo haga.
—Fabio te llamó luego, mi madre me está llamando.
—Suerte y no discutas con tu madre.
Rebeca finaliza la llamada, se debate realmente si debe responder. Algo no le genera buena espina y al final decide no contestar, luego de otra llamada deja de marcar.