—Amor.
—Dime.
—¿Te gusta esto?— Pregunta ella, refiriéndose a la naturaleza que los rodea y la paz.
—Si, es muy relajante.
—¿Y no te gustaría que algún día viviéramos esta vida?
—Patricia, ya hemos hablado de esto.
—Solo responde.
—Patricia, no dejaré la organización. Esto es parte de mí, sé que no te agrada lo que hago, pero eso es lo que soy.
—Podrías ser más que esto.
—Patricia, si sigues con esto regresaré ahora mismo. Acordamos que no hablaríamos nada que no sea de nosotros.
Se levanta del columpio y camina de regreso a la casa, entra en la cocina y toma un vaso de agua. Mira su celular y no tiene mensajes de Lidia, la llama y no responde, era raro, pero al rato recibe la llamada de ella disculpándose, pues estaba en una reunión de Rebeca. Habían dejado a Alma en casa de sus abuelos y Rebeca había salido a una reunión que un compañero la había invitado, pues habían representantes de marcas que querían conocerla. Esto no le pinta nada bueno y le ordena que la vigile muy bien, sabe