—¡Rebeca le dijo a Lidia que me trajera! ¡Voy a estar aquí hasta que comiencen mis clases!
—Que bueno cariño, no causes problemas y pórtate bien.
—¡Si!— responde con emoción y gira la cámara. —¿Cuándo regresas?
—Hoy cariño, más tarde nos veremos en casa.
—¡¿Estarás para la cena?!
—Si mi vida.
La niña sonríe encantada y se despide cuándo ve a Rebeca salir con ropa distinta. Le regresa su celular a Lidia y le agradeció, Lidia sonríe y puede sentir la mirada de Fabio sobre ella.
No quería mirar en la dirección en la que estaba él, hasta ahora no le había respondido las llamadas. Aún no puede creer que ella, una persona responsable con su trabajo se había dejado llevar por el alcohol, perdiendo de vista a Rebeca y luego se había refugiado en los brazos de Fabio entregándole su primera vez a él y casi no recordaba. Los recuerdos son pocos y los que había la avergüenzan de su inexperiencia al momento de no saber qué hacer la consumen, pero luego está él siendo paciente y tratándola con much