—Dime qué recibes a cambio si ayudas a los pobres del mundo.
—Nada, no hago esto por esperar algo a cambio… —dijo antes de golpear la bola y ganar otro punto a su favor.
—Nah, todos queremos algo a cambio siempre… —Se colocó detrás de ella y habló a su oído de forma suave.
—¿Qué es lo que tú quieres de mí?… —Sin moverse de su lugar, giró su rostro conectando sus miradas.
Dareck dejó caer su taco al suelo y la dio vuelta, quemado ahora sí frente a frente; la tomó por las piernas para dejarla sobre la mesa.
—¿Tú qué crees?
—Creo haberte dicho que no volvería a pasar… —Rebeca puso distancia entre ellos al poner sus manos sobre el pecho de Dareck.
—Sabes muy bien que lo quieres tanto como yo.
—No, vine aquí por negocios y si no se trata de ello, me voy.
—Ay, preciosa, no te hagas de rogar. Ambos lo disfrutamos y estoy seguro de que… —Él llevó su mano entre medio de sus piernas. Rozando levemente su mano contra sus labios. —Esto aquí está mojado esperando que alguien le dé una buena atenci