Mundo ficciónIniciar sesiónEl CEO Gil parece invencible, pero a pesar de tener dinero de sobra, la realidad es otra. Una en donde vive en guerra constante, tanto con su llamada familia como con su salud. Las situaciones a las que se verá sometido serán pruebas que marcaran sus ganas de vivir. La soledad nunca es buena consejera y acompañando su vida diaria, hará mucho más difícil el querer salir adelante. Pero una luz al final del túnel, una mano extendida lo ayudará a respirar en este frío mundo en el que vive. Gil hará lo posible por salvar su mundo y se aferrará a esa mano que se le extiende.
Leer másHoy es la fiesta de mis sobrinos, los trillizos serán presentados en sociedad, mi padre trató de demorar esto un poco, así que lo haremos hoy en su cumpleaños número dos. Hay invitados de todas partes del mundo, yo no he salido de mi habitación porque no quiero toparme con los hombres que desean convertirme en su esposa. Así que me dediqué a hacer las invitaciones y enviarlas, así como verificar la lista de invitados, todo para estar a salvo en mi habitación con mi computador. Pero ya no puedo evitarlo más, después de darme una ducha hidraté mi piel y los estilistas vinieron a peinarme, Diamante ha diseñado para mí un hermoso vestido lleno de zafiros de color azul, que combinan perfectamente con mis ojos. ¡Estoy espectacular, esta noche robaré todas las miradas!
— ¡qué hermosa estás! Esta noche me dedicaré a cuidarte —no seas tonto Leandro ¿Qué haces aquí? Se supone que deberías estar en la fiesta —sigo las órdenes de nuestro padre, así que vamos. —hacía mucho tiempo que nuestros hermanos no nos cuidaban así, desde que se casaron puedo decir que nos han descuidado mucho al salir al pasillo veo Esmeralda del brazo de Joan y Diamante del brazo de Leander. —esto es muy exagerado, me recuerda cuando éramos niñas—ya deberían estar acostumbradas, mi padre quiere que bajen con nosotros porque hay muchos socios, me imagino que es una especie de advertencia para ellos. —¿hay mafiosos en la fiesta? — ¡No! Si hubiera alguien mafiosos, ustedes no estuvieran presente y lo saben. —cuando estamos en el tope de la escalera veo la cantidad de personas que hay presentes, todas nos observan y es obvio que comiencen a hablar de nuestra belleza. Comenzamos a saludar a todas las personas, luego de eso nuestros hermanos se retiran para estar con sus esposas y nosotras tres nos quedamos platicando. Mis hermanas se fueron a hablar con algunas personas de negocios y yo me quedé en una esquina, observando a cada persona que hay en el lugar. Hasta que me topo con una mirada que estremeció cada fibra de mi ser, el primer hombre que logra despertar ese tipo de emociones en mí, tiene una mirada tan penetrante que me hace sentir cohibida, me observa de pies a cabeza. Luego lame sus labios y vuelve a observarme con una promesa en sus ojos, su mirada grita ¡serás mía y de nadie más! Siento como mi pulso se acelera y mi corazón late fuertemente. Pero no dejaré que nadie me intimide, así que también lo observo de arriba a abajo y me agrada lo que veo, es un hombre alto, imponente, tiene el cabello negro, una barba perfectamente cuidada, lo mejor es que lleva ropa de nuestra casa de moda. Eso quiere decir que tiene buen gusto, nunca lo había visto por acá, pero de lejos se nota que es italiano, lo observo fijamente hasta que se me da la gana, luego le doy una mirada, es suficiencia indicándole que soy mucho para él. Dejo de verlo medio y camino hacia donde están mis padres con la seguridad que me caracteriza. —mierda, ¡nunca había visto una mujer tan hermosa como esta! Ya entendí la advertencia que me hizo Keelan al invitarme, esa m*****a seguridad que tiene ella y ese descaro, me descontrolaron, nunca esperé esa reacción, pensé que sería como el resto de las mujeres tímida y tonta, tratando de coquetearme. Pero ella me observó de pies a cabeza y se atrevió a retarme con la mirada, para luego voltearse y caminar como la jodida dueña del mundo. Veo cómo se reúne con su familia y comienzan a platicar, luego baila con sus hermanos y sonríe solo para ellos. —Samuel, necesito que estés alerta —¿Qué sucede Keelan? —sé que algo va a suceder, lo siento desde que me desperté esta mañana he tenido esta corazonada, sé que revisamos mil veces el protocolo, pero igual quiero que estés alerta —está bien cualquier cosa te mantendré informado. —joder no logró quitarme esta mala sensación, pero decido dejar todo a un lado porque llegó la hora de presentar a los tres nuevos, Salvatore observo cómo Leandro sube a la tarima y hace el anuncio, luego los tres niños son mostrados. Las personas enloquecen de amor y comienzan a aplaudir, yo estoy tan orgulloso de mis hijos, de todo lo que han logrado y enamorado de mis nietos son lo mejor que me ha podido pasar en la vida. —observo cada movimiento de la chica, ella camina como si el mundo estuviera que estar rendido a sus pies, no le dedica ni una mirada a un caballero y los deja con la mano tendida cada vez que la invitan a bailar. Tengo tantas ganas de acercarme, pero no puedo hacerlo tan evidente, así que tomo mi trago, sé que no le soy indiferente porque me ha dedicado un par de miradas. —este hombre me desconcierta, siento su mirada penetrante encima de mí, por alguna razón me encuentro nerviosa, es como si arrasara con mi seguridad. Pero es obvio que no lo pienso demostrar, así que lo ignoro, aunque de vez en cuando le echo una miradita mientras lidió con todos los idiotas que quieren pasarse de listos. Estas fiestas siempre comienzan así aburridas hasta que las personas tienen unos tragos encima y es cuando se vuelve un poco más animada la situación. —la chica va por un pasillo, no sé si se dirige al baño y decidió seguirla, me acerco por su espalda antes que pueda abrir la puerta, llevo mi mano a su cintura para pegarla a mi pecho ¡eres malditamente hermosa! —¡Eso lo sé! —¡Ya eres mía! — ¡No tienes tanta suerte! ¿Con esa frase conquistas a las mujeres? ¡Porque conmigo eso no funcionara!—¡Mamá!—¿Qué pasa cariño? ¿Por qué gritas así? ¿Y por qué lloras mi ángel hermoso?Camino hasta llegar a su lado.—Mira mami, Pececito tres no despierta.Me acerco más a la pecera y compruebo que tiene razón, pero este por desgracia no duerme, sino que ha muerto. Sin embargo, como le explicas a una niña de cinco años, haciendo pucheros, sobre lo que significa irse al más allá y no volver a verlo. Aunque ha estado en el cementerio con nosotros a presentar respeto a sus abuelos, aún no sabe exactamente qué significa la muerte. Para mí, esta es una de las partes difíciles de la crianza, los por qué.Justo en ese momento entra en casa mi héroe, supongo que mi cara le dice todo por qué sonríe. Él trae a Chris en sus brazos, los ojos del enano se abren y cie
MatthewCarol me mira y es tan fácil leer lo que hay en esos bellos ojos. Hoy soy el CEO Gil en este evento, pero jamás le quitó mi vista de encima y si lo hago, mi mano la sostiene. Después de todo lo que ha pasado, necesito saber que está cerca, sentirla de alguna manera. Ha despertado en mí, una característica que no sabía que tenía, sobreprotector.Como he dicho desde que la conocí, ella es ese peso, esa ancla que me mantiene estable. Ya probé lo que es perderla y casi me vuelvo loco, no hay nadie en esta vida que me pueda hacer sentir así. Solo ella me hace sentir libre, valiente, especial y real. Con ella no tengo que ser el fuerte director general, con ella soy Matt, su Matt.Si existen realmente las almas gemelas, pues Carol es sin duda la mía porque algo nos ata y sostiene, no hay forma de explicarlo. Solo sé que adoro vivir, el día
CarolEl evento estaba a punto de celebrarse, era este fin de semana y yo no tenía idea de que ponerme. Hasta que una gran caja fue dejada sobre la cama el viernes temprano en la mañana. Me levanté para ir a hacer mi rutina matutina, creyendo que mi esposo se había ido a trabajar. Lo cual era falso, pues este esperaba escondido a que me levantara para dejar el presente sobre el colchón.Cuando la abrí me encontré con un bello vestido morado, este hombre es tan increíble, no deja de darme sorpresas.Al verlo reí cómo tonta y hasta lágrimas se me escaparon de la emoción.Mi novio siempre sabe cómo hacerme feliz y no tiene ningún límite para demostrarme cuánto me ama.Sin pensarlo dos veces me desnudé para probármelo. El vesti
CarolMi piel se erizó, lo que provocó que se burlara aún más. Sentí su mano descender de mi nuca, pasar por mi hombro acariciándolo hasta terminar en mis senos, sostuvo el derecho en su mano y jugo con este hasta hacerme gemir. Lentamente, se acercó, le dio besos sobre la ropa sin desviar su mirada de la mía. Mordiéndose su labio inferior, libero mi pecho de su encierro mortal. Su lengua recorrió mi punta derecha y gemí con fuerza, miré al techo, con solo eso ya estaba empapada. Él siguió torturándome, besando la distancia entre mis pechos, para al final sorber el otro y hacerme encorvar. Mis hormonas estaban a millón y más con el embarazo.—¿Qué quieres conejita?—A ti. Te necesito dentro de mí, Matt, por favor.—Sus necesidades son mi prio
CarolEstamos en casa, si lo sé, no debería perdonarlo tan rápido, sin embargo, ver a Matt tirado en el piso pidiéndome perdón y negándose a ponerse de pie al menos que lo perdonara me dolió. Alan me contó cómo se puso cuando desaparecí, no comía ni dormía y sus ojeras me decían que era cierto. Sin contar que había perdido peso, prueba de que no probaba alimento como hace siempre que está preocupado, lo conozco mejor que nadie y lo que estuvimos separados no fue tanto para perder kilos. Además, sé que todo fue una trampa y Claudia, personalmente, me explicó su traición y se disculpó de rodillas también. Aunque, igual, como puedo culpar a alguien que solo trataba de salvar a su ser querido.Sin contar que ahora era la pareja de Carl, un gran amigo que ha pasado, por tanto, en su vida como nosotros y se merece
MatthewUn toque en la puerta del cuarto donde estaba descansando me hizo incorporarme.—¿Sí?—Señor, es hora, ya amaneció, así que comenzaremos la búsqueda.—Enseguida salgo.Respiré y recé porque los encontráramos pronto, con ese pensamiento me dirigí al baño, lavé mi rostro y una vez listo me puse en camino para buscar a los hombres. Ya todos estaban divididos en grupos, Alan me indica que debo ir con el grupo que cierra la búsqueda en el claro que da a la carretera principal, si ella está buscando una salida de seguro irá para allá. Acepto, porque sin lugar a duda quiero ser yo quien la reciba, necesito sentirla entre mis brazos y encerrarla ahí por un buen tiempo, hasta que me convenza de que estará a salvo. Debe estar tan asustada que de solo pensarlo un frío recorre mi columna al sentirme tan inútil como el hombre que debe protegerlos.Nos dirigimos sin demora al bosque y cada partida se dirigió hacia su camino, comunicando de vez en cuando las posiciones que iban dejando atrás










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