Sawyer
Enredo una mano en su pelo, levantándole el rostro para tener mejor acceso a su boca.
Mi otra mano viaja por la curva de su espalda hasta llegar a su culo.
Todo su cuerpo se amolda al mío y mis labios devoran los suyos con hambre.
La delicadeza queda en un segundo plano, sus manos se pasean por mi pecho desnudo, dándome palmaditas en los hombros y bajando por mis pectorales.
Ella parece estar igual de necesitada que yo, pues tira de mí, como si su vida dependiera de ello.
A pesar de la ropa húmeda por nuestros sudores, mi cuerpo está en llamas y sé que ella nota el calor que desprendo cuando mi pecho se pega al suyo.
Desciendo con besos por su barbilla, por su cuello hasta la clavícula y, poco a poco, una de las mangas de mi camisa que ella lleva puesta, se afloja.
No puedo esperar más para tenerla desnuda, así que hago desaparecer la prenda, que queda hecha una montaña a nuestros pies.
Clava sus ojos marrones en los míos, tan vivos que parecen chocolate fundido, mientr