POV: Danika Klein

Salí de esa oficina con el corazón en la mano… y con el dolor reflejado en los ojos. Por más que intentara engañarme a mí misma, por más que lo negara ante los demás… dolía. Lincoln aún dolía.

Y cómo no… si por él había sacrificado todo. Lo arriesgué todo. Vendí mi alma para salvarle la vida, pensando que algún día lo entendería. Pensando que él me amaba igual que yo a él. Pero no… me pagó de la peor manera. Fingió no conocerme. Me negó. Como si nunca hubiera sido nada en su vida.

Volví a mi pupitre con el alma arrastrándose, y me senté junto a Olimpia en completo silencio. Mi cuerpo estaba allí, pero mi mente seguía atrapada en aquella oficina, donde todo volvió a romperse dentro de mí.

Unos minutos después, lo vi salir. Lincoln. Caminaba junto a sus asistentes, con paso seguro, como si nada hubiese pasado. Por un segundo creí —quise creer— que se acercaría, que al menos tendría el valor de mirarme a los ojos y pedirme perdón… pero no. Solo me lanzó una mira