POV: Darlene Volcker (Danika)
Desperté de golpe a mitad de la noche. Un tirón brusco, un calambre punzante en el vientre me arrancó de los brazos del sueño. Era ese tipo de dolor que te dobla, que te hace sudar frío en segundos.
—Quédate quieta —musitó Credence, medio dormido, con la voz ronca.
Yo respiré hondo, intentando no gemir.
—Tengo dolor —dije, apenas en un susurro.
Él abrió los ojos de inmediato, como si esa palabra le hubiera activado una alarma interna.
—¿Dónde te duele? ¿Te sientes bien? Vamos al hospital.
—Y dale con lo del hospital —bufé, girando los ojos con fastidio—. No es nada grave, señor Foster. Son calambres… de la regla. Es normal. Solo necesito mis pastillas para el dolor.
Vi cómo su expresión cambiaba. Pasó del susto a la confusión, y de ahí a la preocupación desmedida.
—Y no solo pastillas —añadí, tomándome el vientre con una mano—. También necesito un té de canela.
Sin decir una palabra más, se levantó de la cama como si fuera una emergencia de vida o muerte.