Lo cierto es que en el pasado no estaba seguro de si quería ser padre y formar una familia, pero después de tener a Paul por primera vez en sus brazos estaba seguro de que era así. Que quería tener más hijos y muchos. No concebía la vida sin que fuese de ese modo.
—No por ahora, en realidad y ya que lo tengamos a él con nosotros; no creó necesario que los tengamos —le confeso, sabiendo que era demasiado tarde para echarse atrás.
—No pienso quitarle a su hijo a Emma, eso jamás —zanjo el asunto, mostrándose tajante al respecto.
—¿Acaso ya no lo quieres contigo? —indago consternada, aun cuando en el fondo estaba inmensamente feliz.
Lo cierto es que no le gustaba siquiera la idea de tener que estar cerca de ese niño y mucho menos tener que criarlo, más lo aria por Oliver. Aunque si este decidía qué no lo quería con ellos, ese sí que sería un gran alivio.
—Claro que lo quiero, después de todo es mi hijo. No obstante, yo jamás le aria algo como eso a Emma; no después de todo lo que ha pasad