En ese momento, Emma subió a la motocicleta y salió de la casa. Para sorpresa de ambos, se dieron cuenta de que sabía manejar muy bien la máquina. No corría, sino que su destreza consistía en que sabía moverse muy bien entre el tráfico; lo cual les hizo mucho más fácil el poder seguirla.
Fueron tras su pista cuando abandonó el fraccionamiento; y así mientras atravesaba el centro de la ciudad y se dirigía a uno de los barrios más marginales y sobre todo peligrosos de la ciudad. No sabían que era lo que hacía una chica como ella ahí; aunque Oliver tenía una idea y no era nada buena.
Luego de unos minutos, esta se detuvo frente a un negocio de comida rápida y accionó el claxon de su motocicleta un par de veces. En ese momento alguien salió del interior del local y se acercó a la puerta para saludarla. Emma entonces se movió hasta la parte trasera, donde se abrió una puerta y un tipo alto salió a su encuentro. Este le entregó una bolsa grande de papel, la cual ella revisó y estrecho la man