Oliver se encontraba en el medio del cuarto respirando de forma agitada y con las manos visiblemente lastimadas. Al ver eso Emma no pedio el tiempo para regresar con premura a su habitación, tomando un sedante. Se lo aplico sin perder el tiempo. No tenía idea de lo que le sucedía, pero eso sin duda le ayudaría a sentirse mejor.
Por fortuna, el medicamento poco a poco fue surtiendo efecto hasta que se quedó dormido; así que lo acercó a la cama, subiéndolo con dificultad a esta. Lo hizo de ese modo, para luego ocuparse de curar sus manos heridas.
Emma se dedicó entonces a arreglar el desastre que él había causado, recogiendo los destrozos para tirarlos y evitar que se lastimara más.
Conforme pasaba el tiempo, sentía más dolor en el hombro con el que golpeó la puerta; pero aún tenía cosas por atender así que solo lo ignoro.
Cuando la familia Grant regresó tuvo que contarles lo sucedido, lo cual no los tomó por sorpresa y es que sabían el motivo de que se comportará como lo hizo. Habían e