Formulario 12B .... provisorio por navidad
Eloisa cerró los ojos con desesperación, llena de angustia y ganas de llorar, llevaba demasiadas horas acumulando emociones y ahora estaba atrapada en un purgatorio administrativo donde todo olía a café viejo y papel húmedo.
Sebastián estaba acostumbrado a lidiar con almas, condenas y casos especiales, pero no con mujeres vivas que parecían estar a un microsegundo de estallar como una olla a presión emocional.
La mujer del mostrador los miró como si diera diagnósticos mortales todos los días. Con el mismo entusiasmo con el que alguien anuncia que se terminó el papel higiénico.
—Así que, si quiere acelerar el proceso… —dijo, acomodándose los lentes, como si aquello le diera un poder especial.
Hubo uns pausa tan larga que Eloisa sintió que podía escuchar su propio corazón, allá en su cuerpo, protestando por seguir esperándola.
—El señor Sebastián deberá figurar como su pareja hasta que el caso sea resuelto.— volvió a decir la mujer.
Silencio absoluto....
Sebastián pestañ