Cala se regodeo de felicidad, una momentánea, pero real en ese instante, después de todo, al menos esa noche dormiría en paz o intentaría hacerlo, después de una ducha, de cuidar su piel y desenredar su cabello, se rindió ante Morfeo, deseando qué ese sueño, no se convirtiera en una horrible pesadilla.
Lorenzo y Santiago al fin bajaban de la camioneta negra qué este último mencionado, había conducido, vestía un traje negro y camisa blanca, y zapatos de corte italiano, se había perfumado un poco y en su rostro la sonrisa más bella de la noche la tenia él.
Lorenzo vestía muy similar solo que ha diferencia de Santiago, la camisa blanca era reemplazada por una playera de cuello redondo, con los cabellos alborotados y la barba alineada, intentaba mostrarse feliz de estar en ese sitio, uno que no acostumbra a visitar con frecuencia, al menos no con el fin de divertirse, siempre se había presentado en el día, para recolectar mercancías, hacer pagos, en fin, cualquier diligencia qué Blake