Cada día que pasaba, la rutina era igual, se duchaba, se ponía ropa linda, se arreglaba el cabello y bajaba al comedor, justo después de que los Tattaglia se levantaban del comedor, ella bebía café y comía frutas, algo de pasta y tenía pequeñas conversaciones con Carina, que poco a poco construia una mejor relación con Cala, incluso algunas risas y pequeñas anécdotas, se hacían resonar en las paredes del comedor.
Más tarde volvía a su habitación, y leía cualquier cantidad de libros disponibles en la biblioteca, Carina llevaba la comida a su habitación, para recoger las mitad de esta una hora después, Cala dormía un poco por la tarde, hasta que la luz del sol se ocultaba, se ponía de pie, abría las puertas del balcón y respiraba el aire fresco, buscaba un pijama, se cambiaba de ropa y bajaba por un poco se té a la cocina, ese era su momento más intenso del día, podía encontrarse con Bruno o con Lorenzo, este primero la ignoraba por completo, mientras Lorenzo le regalaba sonrisas de c