Mundo de ficçãoIniciar sessãoAlex se detuvo en medio del camino de arena, cerró los ojos y respiró hondo. Por un instante, el mundo parecía detenerse.
Aquella sensación —ese nudo extraño en el pecho, esa mezcla de nostalgia y vértigo— no tenía explicación. Era como si cada partícula de ese aire le hablara en un idioma que su cuerpo reconocía, pero su mente no terminaba de entender.
Venía de una semana difícil. Desde que Valentino le había comunicado, de manera indirecta, que Gabriel pretendía sacarlo del proyecto Santa Clara, algo en su interior se había quebrado. Pero, paradójicamente, esa llamada que recibió al día siguiente &mdas







