CAPÍTULO 63 — Encuentros a Destiempo
Isabella se levantó temprano, todavía con el eco de los pensamientos que la acompañaban desde la noche anterior. La carta ya estaba enviada, y aunque no sabía cuándo llegaría a manos de Gabriel, sentía dentro de sí una mezcla de alivio y ansiedad.
Intentó concentrarse en el trabajo, revisar correos, responder mensajes pendientes, pero el corazón no dejaba de latirle con un ritmo irregular. Poco después de las nueve de la mañana, su teléfono vibró.
Era un mensaje de Alex Ruiz.
[Buenos días, Isabella. Ya terminé la propuesta de modificación del jardín. ¿Podemos reunirnos hoy para revisarla?]
Ella dudó unos segundos antes de responder. Desde aquella conversación con Gabriel sobre Alex, había intentado mantener las cosas estrictamente profesionales. Sin embargo, el proyecto debía continuar, y no había razón para rechazar la reunión.
[Claro. Nos vemos a las cuatro en el café frente a mi oficina]
Cuando por fin el reloj marcó las cuatro, Isabella guardó