Orla se fue más tarde de lo que había planeado.
Intentó hablar con Alexis, pero él parecía no escucharla.
—¿Por qué no haces otra prueba de ADN? ¿Quién es ese hombre con que te engañó Sienna? ¿Has hablado sobre eso?
—¿Qué tonterías dices?
—¡Hermano, es que tengo miedo! ¿Y si Sienna dice la verdad y la inculparon? Ella es una mujer bella, hay hombres locos que pueden hacer tonterías por ella.
Alexis apretó los puños.
—¡Actúas como una niña, lo viste con tus ojos, viste a Sienna con otro hombre, desnuda en una cama, era un video! ¿Acaso aún crees en su inocencia?
—¿Y vas a perdonarla?
—¡Nunca! —bramó con odio
—Entonces, debes aceptar que Melody no es tu hija y que Sienna ya no quiere estar aquí, tenerla a la fuerza es un… ¡Secuestro! No puedes obligarla.
—¡Vete, Orla! —dijo con ojos relampagueándole de furia.
Orla sintió miedo, pero aceptó irse. Quedó en volver mañana.
***
Cuando Tessa regresó, la casa parecía en calma, pero ese silencio era solo la fachada de un desastre contenido.
Su