Inicio / Romance / Soy la amante de mi esposo / Capítulo 41: Confesiones con sabor a tostadas
Capítulo 41: Confesiones con sabor a tostadas

El aroma a pan tostado y café recién hecho se colaba por las rendijas de la casa como un susurro amable que anunciaba el nuevo día. Isabella entreabrió los ojos, aún acurrucada en una esquina del sofá, con la manta cubriéndole parte del cuerpo y el cabello alborotado por el sueño. Por un segundo, no recordó dónde estaba. Pero al girar el rostro y ver el respaldo del sofá, el silencio cómodo de la sala y el leve sonido de una sartén al fondo, todo volvió a ella como un eco tibio.

La noche.

Él.

Su respiración aún viva en su cuello.

El vaivén lento de dos cuerpos que finalmente se encontraron.

Se incorporó con lentitud, intentando acomodarse la bata de satén sin hacer ruido, pero no tardó en escuchar su voz:

—Buenos días.

Era grave, serena… y cálida. Un tono nuevo. Un tono que ella no estaba acostumbrada a escucharle.

Lo encontró en la cocina, de espaldas, con una camisa blanca ligeramente arrugada —probablemente la primera que encontró— y los puños remangados hasta los codos. Se movía c
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP