¿Será que Sebastián ya no se quiere salir del papel?
Él no debería ser abogado, sino actor. Seguro que ganaría premios.
Después de todo, hoy en día muchos actores jóvenes solo dependen de su apariencia.
Si Sebastián se convirtiera en una estrella, con esa actuación tan sólida y esa cara bonita, seguro sería un éxito rotundo.
Catalina dijo:
—Estoy satisfecha, sí, pero si tratas mal a Luciana, no lo voy a permitir.
De repente, su expresión cambió por completo. La sonrisa desapareció y su tono se volvió serio.
—Solo tenemos una hija. Desde pequeña Luciana fue buena estudiante, obediente, nunca nos dio problemas. Te lo digo de verdad: Luciana es una mujer buena...
—Mamá —interrumpió Luciana, avergonzada—, pareces una vendedora alabando su propio producto...
Sebastián sonrió.
—Lo sé, es buena.
—Entonces llévense bien —dijo Catalina.
—Claro que sí —respondió él.
Cuando se fueron, Catalina y Mariano los acompañaron hasta el auto, observando cómo se alejaban.
Mariano, hablando con su esposa, c