Capítulo 85

—Tengo una idea —dijo Mathias, interrumpiendo mi silencio mientras miraba el mar.

Estábamos sentados en la terraza de su casa en Pistor, los pies descalzos, el sol golpeándonos suavemente los rostros. Yo había llorado tanto que ya no me quedaban lágrimas. Pero él seguía ahí, firme, constante, paciente.

—¿Me parece que va ser algo loco? —dije con voz ronca.

—Sí —respondió, girándose hacia mí con una media sonrisa—. Vámonos. A un yate. Algo privado. Solo nosotros… y algunos conocidos de confianza. Que no pregunten. Que no hablen. Que no les importe nada más que el presente.

Lo miré como si estuviera loco.

—¿Estás hablando en serio?

—Totalmente. Tengo un amigo que me debe favores y tiene uno aquí cerca. Podemos desaparecer unos días. Sin prensa, sin papás, sin… Fabián.

Solo al escucharlo decir su nombre, volví a sentir el nudo en la garganta.

—Está bien. Quiero hacerlo. Necesito… olvidar. Al menos por un rato.

---

Y así fue.

La mañana siguiente, subimos al yate como si nos hubiéramos fug
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP