Se ha hecho justicia. P4. La pura y santa verdad.
En estos momentos me sentía como si estuvieran en la panacea, no podía creer que el abogado de la contra parte nos estuviera dando todo para hacer que este juicio se volcara a nuestro favor.
Si bien es cierto que al verlo desde fuera, las pruebas presentadas por la demandante era absolutamente incriminatoriaa. Definitivamente tenían todas las falencias para mover el tablero a nuestro favor.
Primer punto.
El parte policial. Astutamente, o más bien tontamente, el abogado omitió la parte en que dice expresamente que el departamento al que se apersonan primero es al de mi copia barata (ojo, la mujer es guapa, pero ahora noté que su rubio es totalmente artificial y la forma de vestir es el de una mujer que le gusta la vida loca. Ni loca me pondría un negligé bajo la chaqueta para levantar mis meloncitos, Iugh), pero volviendo al tema, tanto en la primera como en la segunda denuncia, los policías fueron directamente al departamento 603, que era el de la tipeja esa y no el 604 que era el de