Narrado por doña Blue Scott Soré
Si alguna vez alguien me hubiera dicho que mi familia crecería a niveles estratosféricos cuando llegué a este país le habría dicho ¡No jodas! Con suerte puedo preocuparme por mí y mis hijas, lo que no era una mentira.
Llegué a este país escapando de una realidad que muchas mujeres pasan, una separación dolorosa y complicada, pero que me devolvería mis ganas de vivir por mi misma y no por los demás.
No me quejo, para nada. Todo lo que he pasado en estos años me ha enseñado que la imaginación y el amor no tienen límites y mírenme hoy, soy madre de siete(legalmente), madre de diez (por elección), abuela de diecisiete bendiciones y tía de cuatro bellas pequeñas.
¿Qué más puedo pedirle a la vida? Pues nada, me siento pagada y con creces.
Estamos el día de hoy celebrando el cumpleaños número cinco de Sarita, los niños corren por el jardín, Gloria, la hermana Ángeles y Rosita se ríen, mientras preparan el pastel y mis hijos discuten por cómo colocar las deco