El sueño, el calor y la necesidad de descansar para tener energías, nos invadió y ambas nos quedamos dormidas, en medio de mi sueño mi madre me cantaba una canción de cuna que evocaba mis más hermosos recuerdos de mi niñez.—Duerme, duerme negrito, que tu mama está en el campo, negrito… Duerme, duerme movila, que tu mama está en el campo movila…El olor del mar inundaba mis fosas nasales y la brisa, unida a un sol esplendoroso, me acariciaba el rostro. Estaba con mi papá en la Dominga, su lancha, tomando sol y esperando que los peces picaran en nuestra red, reía como loca por un chiste que Facundo, su amigo y compañero pescador, nos contaba mientras comía mis Natur, era loco todo porque me veía como era ahora y no como la niña de seis años que perdió a su padre unos días después de esto, ¿entonces no es un sueño? ¿era un recuerdo?, el cielo se empezó a oscurecer y la tormenta se acercaba, estaba empezando a hiperventilar, lo sabía, pero mi ataque de pánico fue interrumpido cuando la p
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