Ese idiota de Jex Lester no me ha llamado ni ha intentado comunicarse conmigo en toda esta puta semana.
¿Qué mierda se cree?
¿Cree que yo iré corriendo hacia él?
¡Que se espere sentado!
—¡Puedes dejar de pasearte como leona enjaulada por toda la puta oficina! — me grita el incordio de mi jefe, si este hijo de la…
«Respira, Dani. Tu jefecito no tiene la culpa de lo que ese innombrable hace»
Estamos en la sala de reuniones de la jueza Tolsa, llegamos con quince minutos de retraso y adivinen, la contra parte aún no llega y la jueza no ha dado luces.
Miro de reojo a mi jefecito, lindo precioso, amoroso, encanto de la madrugada ¡Que se está riendo de mí! Como si fuera el mejor chiste del mundo.
Señor, dame paciencia por favorcito.
—Mire jefe… cito— digo, respirando hondo—. No puedo creer lo poco profesional de las personas. Yo apurada por llegar y ellos qué, ¿esperan que cambiemos de opinión?
—Ay, chiquilla. Así es este mundo, a veces la gente se hace esperar para provocar lo que te está s