25 LA TIERRA TEMBLABA CON SU NOMBRE .
CAPÍTULO: La Tierra Tiembla con su Nombre
El aire en la plaza central estaba denso.
No por el clima.
Sino por la historia.
Por lo que se estaba gestando.
Los lobos de la manada Fuego de Luna salían de sus casas. Algunos aún con sus hijos en brazos. Otros con la incredulidad dibujada en el rostro. La voz del nuevo Alfa ya había llegado a todos sus rincones.
Gael Lorentz, de pie en el centro de la plaza, tenía la mirada firme, las manos cruzadas a la espalda y el pecho agitado. Su comando mental había sido claro:
> “Desde este momento, ningún lobo de esta manada obedecerá las órdenes de Aldric ni de Lidia.
Y si alguien toca a Pedro…
le corto la cabeza.”
El eco de su voz retumbó en la mente de todos, como un trueno imposible de ignorar. Algunos guerreros se tomaron la cabeza, arrodillados, como si el poder Alfa les quemara la sangre.
Era la primera vez en décadas que un Alfa ordenaba desde la verdad.
A la distancia, comenzaron a escucharse los pasos.
Kael Lorentz