—Entonces, no creo que puedas asistir a la fiesta de esta noche.
—No, así que follen con todas las que puedan por mí, —Daniel dijo soltando un mohín.
Gracias al castigo de su padre, estaba más que seguro que estaría vigilando cada uno de sus movimientos, era imposible liberarse de él.
—Por mi ni te preocupes, pero Mark… sí él al menos se pusiera las pilas, podría estar con aquella pelirroja buenota que lo anda persiguiendo, pero él se hace del rogar.
—No me hago del rogar… solo es que no es de mi tipo. —Mark se defendió.
—Ninguna es de tu tipo, Mark. ¿Qué carajos buscas? No nos vayas a salir con que eres gay, porque ahí si me vuelvo loco. —Nick se burló de él y Mark lo empujó como respuesta.
—No hables idioteces.
Daniel se sintió abrumado por la conversación animada de sus amigos mientras continuaban hacia la multitud que se congregaba en el lugar del evento. La idea de presenciar la relación pública de Rick lo llenaba de incomodidad, pero sabía que no podía evitarlo. Se adentraron en