—Me han dado ganas de casarme, Rick. Casémonos.
—¿Nosotros? ¿Tú conmigo? ¿o por separado? — la cámara giró bruscamente y el rostro del castaño, que intentaba hacer los gestos de un fanático desesperado, apareció de inmediato —Por Dios, Nick me está proponiendo matrimonio, ¿han escuchado? Pero lo siento, sólo le pertenezco a mí Miranda.
—Por separado, idiota
La cámara dejó de enfocarse en el más alto y siguió avanzando a través de la multitud, capturando a todos los invitados, que se movían de un lado a otro sin descansar riendo y gritando.
Algunos, se tomaban el tiempo de agitar la mano hacia el lente y otros, simplemente continuaban bailando, empujándolo. Pero si había algo en lo que todos coincidían era en que estaban demasiado contentos.
—Bueno, son exactamente las doce de la noche, ¿o debería decirse madrugada? Y la música es buenísima, hay demasiada gente y el lugar es maravilloso. Todo es tan... americano, posiblemente vaya a hacer turismo después, cuando haya tiempo Ahora inten