Al día siguiente me despertó el beso que me dio Mario de despedida en mis labios, abri los ojos viendo a mi esposo sentado en la cama sonriendo mientras me miraba, ya vestido y preparado para marcharse a su viaje.
—- Mañana volveré a casa, aunque aún no se sobre que hora, pero Keira acuérdate que pasado mañana tenemos cita con el médico, te quiero Keira
—- Yo tambien Mario, que tengas buen viaje —- respondí,
Mario se levantó de la cama sin dejar de mirarnos los dos, cogió su maleta de equipaje, me sonrió y se fue del dormitorio, Yo me di la vuelta en la cama y me quede pensando que hacer, pues si mi esposo sabia que ya estaba embarazada, seguro que no me dejaría ir a la universidad, tenía que demostrarle a mi marido que aun estando en cinta si que podía estudiar y atender a nuestro peque Lucas. Minutos después de irse Mario, me levanté de la cama porque ya me había despejado y sabía que no iba a poder dormir más, entre en el cuarto de baño para ducharme, pero antes las náuseas hicier