Estoy molido a golpes.
Mi padrino, como siempre, necesitaba un espectáculo de mi parte. Podría jurar que mi oponente fue luchador o algo así. Hace tiempo no perdía en una pelea cuerpo a cuerpo.
Cada parte de mi cuerpo duele considerablemente. Siento el brazo entumecido... y un peso sobre él.
Tengo algo en el dorso de la mano, pero no puedo tocarlo, porque ese brazo está ocupado... sosteniéndola a ella.
Necesito prepararme mentalmente para escucharla pelearme por esto.
Se remueve, y su mano se posa en mi pecho, deslizándose con suavidad mientras suelta un gemido gutural que me eriza la piel.
Mi cuerpo se estremece con ese roce, y aunque no está completamente pegada a mí, la erección que me provoca es incontrolable.
Es la única mujer que ha logrado llevarme a estos extremos. Cada parte de mí la desea. Me muerdo el labio inferior hasta hacerme daño.
Suspiro. No aguanto esta erección.
Necesito liberarme de ella... dentro de Sol.
—Sol —intento girarme, pero no puedo. Todo me duele demasiad