Cuando escuché sus palabras dejándome claro que no le gusto, no tuve otra opción que decirle que le iba a vender mi virginidad.
Todo para no quedar en vergüenza, como estaba a punto de hacerlo. Dante me intimidó demasiado, su cuerpo me gritaba que era cierto.
Yo no le gustaba ni un poco. ¿Pero qué tan cruel puede llegar a ser? ¿Cómo puede tratarme con tanta atención y después decir que no le intereso?
Por un momento pensé que, tal vez, había sentido alguna atracción por mí, por su manera de tratarme, ya que es un demonio, pero me equivoqué.
Era muy cruel de su parte hacerme sentir tan miserable otra vez. Aunque prefiero eso que volver a ser drogada por un desconocido a punto de abusar de mí.
Y me pregunto ¿Qué podía esperar yo de alguien así? Cuántas veces no me ha gritado que el compromiso lo detesta.
Es un hombre malo, sin corazón. ¿Cómo pude llegar a pensar que le gustaba, aunque sea un poco?
Me besó porque sintió lástima por mí. Qué cruel.
No puedo sacármelo de la cabeza,