19- Más allá de los brazaletes.
Los lobos que tenían atrapadas tanto a Mairen como a Elyria, les costaba mantener el control. Puesto que Mairen forcejeaba con ellos, logrando zafarse constantemente y golpeándolos con todas sus fuerzas.
Sin embargo, eran más, y cada vez que lograba liberarse, la sometían nuevamente.
—¡En realidad, la princesa es esa mujer que ustedes creen humana! —gritó Mairen desesperada, señalando con brusquedad a Elyria—. ¡Esos brazaletes ocultan sus poderes!
Elyria sonrió con una serenidad calculada, aunque por dentro hervía de furia. «Maldita… dice que debo seguir la regla de mi padre y no hablar de los brazaletes, pero ella lo suelta a la primera oportunidad»
Quiso fulminarla con la mirada, pero apenas podía distinguir su silueta en la oscuridad.
—Señorita, por favor, deje de hacerme el blanco de sus males —dijo Elyria con voz lastimera—. Yo solo soy un humilde sirviente del alfa Gregor…
Mairen la miró con un odio visceral.
—¡No se dejen engañar! —insistió con desesperación—. Aunque parezca