Un beso. Un beso diferente al que había tenido con Lucian. Era feroz, lleno de deseo y parecía sediento de ese beso. Mi corazón latía con fuerza mientras sus labios besaban los míos. Lucian colocó su mano sobre mi nuca para atraer más mi cuerpo a él. Yo tuve que apoyar mis manos sobre su pecho. Quería alejarme. Lucian estaba ebrio y esto solo sería humillante mañana.
Mordí el labio de Lucian y de esa forma me alejó. Me senté sobre su regazo respirando con dificultad. Su labio sangraba y parecía sorprendido por lo que había hecho. Sin embargo, no podía evitar verlo. Se veía muy atractivo ahí, sobre mi cama, con la respiración agitada, algo sudoroso y la sangre cayendo de su labio. No sé qué pasó por mi cabeza, pero quería seguir besándolo. No quería admitirlo, pero los labios de Lucian eran adictiv