78. Debería dejarme
Una energía invisible hizo que girara mi rostro. El tiempo pareció detenerse al igual que mi respiración. Un escalofrío recorrió mi cuerpo y, en ese instante, supe que algo ocurría. Mis ojos se encontraron con los suyos. Todo desapareció. Sujeté con fuerza el cinturón de seguridad que parecía apretarme más de lo normal. Inhalé aire con lentitud y, al exhalarlo, fue como el combustible para que el auto acelerara, haciendo que su visión quedara borrosa.
Miré hacia atrás notando que no había sido mi imaginación: él estaba de pie, mirando hacia el auto mientras nos alejábamos.
—Logan, ¿vas a alimentarme como es debido? Oliver es un tacaño —hizo una leve mueca.
—Mia, en parte comprendo a Oliver —respondió con calma—. Según escuché, hiciste que gastara en ti unos ciento cincuenta dólares.
—Y eso que había comido antes de que saliéramos en grupo y me contuve —rió Mía con diversión.
A pesar de que el auto estaba lleno de risas y comentarios para relajarnos, yo no me encontraba igual. Mi ment