Capítulo 86: Otra advertencia.
Alexander se adelantó, interponiéndose entre ambos como un muro.
—No vas a acercarte a ella, Lothus.
Sebastián se rió despacio.
—Tranquilo, Dereveux. No planeo hacerle daño… nunca fue esa mi intención, y menos frente a tanta seguridad. —Señaló con un gesto los vehículos y escoltas—. Solo quiero hablar.
Alexander dio un paso al frente.
—No voy a permitir que te acerques.
—¿Ah, no? —Lothus ladeó la cabeza, sin borrar la sonrisa—. Es curioso, porque no vine por ti. Vine por ella. —Y sus ojos se posaron sobre Elena—. Se trata de Camila.
Elena lo miró con cautela.
—¿Qué sabes de ella? —preguntó la mujer, aunque seguía oculta tras la ancha espalda de Alexander.
Sebastián dio un paso más cerca, el brillo en sus ojos más oscuro.
—Sé que su padre mató a su madre… y que ahora pretende inculparla. También sé que planea culparla… por tu muerte.
Alexander maldijo por lo bajo. Elena, en cambio, se quedó inmóvil, procesando cada palabra.
—¿Qué ganas con contarme esto? —preguntó al fin, con la voz ba