Capítulo 56: Una nueva obsesión.
«¿Protegerla.» Pensó.
¿De qué más podrían protegerla si ya ha visto todo?
El silencio de la habitación era apenas interrumpido por el jadeo agitado de Elena. Aún tenía en la mente la imagen de la mano cercenada en el suelo, el grito desgarrador de la mujer y la katana chorreando sangre. La visión era tan viva que por momentos pensaba que estaba atrapada en una pesadilla de la que no podía despertar.
El hombre mayor no dijo nada más. Solo se quedó allí, erguido, con esa calma peligrosa que parecía ocultar un volcán de furia contenida. Con un leve gesto de su cabeza, dos sujetos vestidos de negro entraron en la habitación. Uno de ellos levantó del suelo a la mujer que aún sollozaba y la arrastró sin cuidado, dejando un rastro de sangre en las losetas grises. El otro recogió la mano amputada con un gesto de repugnancia y salió tras ellos.
El golpe de la puerta al cerrarse retumbó en el pecho de Elena.
Quedaron solo ella y aquel hombre. El aire era denso, cargado de un olor metálico que s