Capítulo 49: Miedo Sofocante.
Uno de los oficiales leyó en voz alta:
— Camila Valdivia, debe acompañarnos. Se le acusa por intento de homicidio, violación de propiedad privada, calumnias, manipulación de pruebas y… ¿desea que continúe? — preguntó el oficial, observando el rostro de la mujer.
Las cámaras captaban cada palabra, cada gesto. Camila comenzó a gritar desesperada.
— ¡No, no! ¡Esto es mentira! Alexander, diles que es mentira. ¡Tú y yo íbamos a casarnos! ¡Soy la madre de tu hijo!
Los flashes explotaban como relámpagos en la multitud. Los periodistas gritaban preguntas.
Alexander la miró con un desprecio helado y habló, su voz firme y clara frente a todos:
— Escuchen bien. La única mujer que amo, que he amado siempre, y que quiero como madre de mis hijos, es Elena Valdivia.
Un silencio sepulcral cubrió el lugar. Ni un murmullo, ni un respiro. El país entero quedó mudo en ese instante. Pero pronto, los reporteros comenzaron a disparar sus preguntas como balas:
— ¿Y el embarazo de Camila?
— ¿No es su prometid