Evelyn creyó haber encontrado al hombre de sus sueños, aunque eso se destruye de forma repentina al descubrir que el hombre que ama era un agente que iba tras su familia. Su mundo se derrumba, ya que pierde todo lo que una vez la hizo ser de débiles sentimientos. Es liberada, y con una sola salida; volverse la mujer más temida y sin emociones que una vez dijeron que sería. Aguardando para tomar venganza contra ese hombre que logró desestabilizarla. Ahora, guarda un secreto que no dejará que nadie conozca. Sin embargo, el día que esperaba llega cuando menos lo espera...Logan Crown vuelve a su vida con una pregunta que exige una respuesta. Solo que esta vez, nadie tiene derecho a exigir, solamente ella. Ya no es la misma. Pero él tampoco. Ahora no tiene motivos, ni sentido en su vida...o eso piensa. ¿Podrá haber apagado esos sentimientos? ¿Podrá resistir ante las verdades que estallarán esta vez? ¿Logan ganará la oportunidad de mostrar sus verdades? ¿Qué hará al verla en brazos de otro hombre?
Leer másLogan.Ortega y Lee esperan mi respuesta a su pregunta de a quién me refiero, pero es a Kenzo a quién le doy una mirada. Eso basta para que se ponga de pie cuando paso a su lado. Necesito tener ojos en el exterior si voy a entrar ahí.—Sí no nos dicen nada, ¿cómo quieren que sepamos qué mas hacer?—Las llaves— bufa, pero termina entregándolas. —Le llenas el tanque al menos.Ignoro a Lee, yéndome hacia su auto de nuevo. Sé cuál es el hotel, por lo que voy directo al estacionamiento, aprovechando que Kenzo distrae al tipo que vigila. Salgo del estacionamiento, subo al elevador y mantengo mi mirada al frente. Afortunadamente nadie más sube, ni baja. Llego en poco tiempo al piso, mientras Kenzo me avisa que la seguridad está subiendo por algún incidente. Avanzo rápido, llego hasta la puerta y golpeo con la mano abierta. —Ahora mismo les hago saber eso, señora —dice la estudiante que se consiguió de asistente. La hago retroceder empujándola con una mano, cerrando la puerta tras de mí.
Logan.«Se las entregué yo. Su odio tiene más motivos que solo lo que hice en MURENA».Siento las heridas ardiendo y no es eso lo que me jode, sino lo que brinca dentro de mi cabeza. Es un infierno saber que lo que hice no sirvió de mucho, porque el verdadero golpe no iba hacia a ella de las autoridades. La puerta retumba cuando la deslizo más fuerte de lo que una porquería como esa resiste. En cuanto atravieso la sala voy directo al minibar en donde me lleno la boca con la botella de licor que me pongo en la boca. —¿Te descubrió la policía?— me pregunta Ortega al reparar mi aspecto. —Sí saben que estás aquí...—No saben una mierd@— espeto volviendo a llenarme la boca. —Todos son unos ineptos que no sirven para más que tragar café. Dejo caer la botella de cristal, pasando de Lee que aparece cuando me dirijo al dormitorio en donde me quito la camisa. La rabia que me gobierna las extremidades la dejo fluir entre mis venas. Porque no fue capaz de...merecía más. Eso es lo que me jod
Evelyn. Su sola imagen me dice que no es capaz de controlarse. Su respiración le hace subir los hombros, pero la mía sigue tranquila, pese a todo lo que me arde por dentro.—Debí haber obedecido a mi coherencia —me observa de pies a cabeza—. Ella sí sabía que harías algo como esto.—¿Y cómo lo supiste? —no le confirmo nada—. ¿Porque dieciocho meses diseccionándome como un experimento te lo dijeron? —guardo mi arma con calma—. No mereces ni una de mis balas, escoria. Sería liberarte de lo que ahora mismo te devora por dentro. Y no, no eres digno de ese privilegio.—Te doy una sola oportunidad de matarme —su voz me detiene—. Una sola, Evelyn.—¿Porque ahora te ahoga la culpa? No seas patético —me inclino hacia mi bolso.—¿Sabes cuánto le contaba a la CIAT de lo que hacíamos? —sus palabras me detienen a medio paso. —¿Cuánto escuchaban de nosotros? ¿A dónde nos seguían?— lo siento aproximarse. —¿Nunca te preguntaste por qué tantas veces te arranqué el celular y todo lo que cargabas encim
Evelyn.—¿Te sientes mal de nuevo?— pregunto por teléfono y ella niega con un sonido.—Te extraño— contesta y sonrío sin dejar de envolver la caja con cinta adhesiva. —El tío Lukyan vino y me trajo un gorro con hoyos. —¿Un gorro con hoyos?— arrugo el entrecejo. —Sí, con para ver y respirar— contesta emocionada. —Es para que no me dé frío. Hijo de...Ordeno que carguen el paquete en mi automóvil y me concentro en hablar con ella durante el camino. Me cuenta que jugó con las cuerdas de nuevo, que rompió un vestido por jugar en la cerca descompuesta y el recuerdo de que me pidió arreglarlo me golpea. Le pido a Rodolfo que lo repare, porque no pienso llevar a un desconocido a ese sitio. Él apenas sabe de ese tipo de cosas, pero no hay otra manera. En cuanto llevan la caja a mi laboratorio corto la llamada y guardo el celular con los demás. Cinco en total. —¿Quién es?— pregunta mi colega cuando ve que traigo a otro sujeto de prueba. —Menos preguntas, Gruver— termino de abrir la caja
Evelyn. —Debemos pensar con la cabeza fría.—Francis dijo que se hospedó en el Universe— me giro hacia la madre de Corbin—. Podemos enviar una carta para asegurarle que pondremos todo nuestro esfuerzo para encontrar al culpable— propone Grosella. —Eso no servirá— dice mi adorado suegro. —Recuerda con quien tratamos. Busco un poco de licor que paso, dándoles la espalda para que no vean mi sonrisa. —Ese sitio debe estar minado en armas en este momento, una carta no va a entrar— me giro hacia ellos. —¿Desde cuándo te importa resolver problemas de esta familia?— increpa Grosella. —Siempre los evades. Este interés repentino...—Lo he dicho a tu hijo muchas veces y lo he demostrado, pero te lo aclaro— suelto el vaso. —Puedo detestar muchas cosas, pero ser la Duquesa me da obligaciones que personalmente pueden afectarme si no se resuelven. Y no soy idiota para dejar que eso pase.—Al menos algo— murmura y sonrío.—Algo que claramente no puedo decir de usted, ex Duquesa— se gira totalmen
Evelyn.—¿Lo trajeron?— escucho a Corbin emocionarse, mientras sigo leyendo el artículo en línea. —Ahora salgo. Apenas levanto la vista cuando él se disculpa para salir. Deja la puerta abierta y mediante la abertura puedo ver la caja de madera que cargan entre cuatro empleados minutos después. Corbin habla por teléfono aún y yo sigo viendo el estampado de frágil que tiene la madera. —Al Primer Ministro le va a encantar— menciona. —Nadie le ha obsequiado algo así y aunque sea un tipo que puede conseguirlo todo, esto tienta hasta al mismo rey.«Lo dudo» Veo las imágenes del desastre dejado por los fugitivos, leyendo cada informe que recibo al saber que no tengo a nadie cerca. Cada vez que puedo, mis ojos siguen viendo la caja que Corbin pide que abran. "Portsmouth no está descartado".Pido que abandonen Southampton, porque es claro que no van a permanecer aquí, por lo que necesito que al menos un par de hombres se ubique en cada condado. No quiero estorbos interfiriendo en mis plane
Último capítulo