Evelyn creyó haber encontrado al hombre de sus sueños, aunque eso se destruye de forma repentina al descubrir que el hombre que ama era un agente que iba tras su familia. Su mundo se derrumba, ya que pierde todo lo que una vez la hizo ser de débiles sentimientos. Es liberada, y con una sola salida; volverse la mujer más temida y sin emociones que una vez dijeron que sería. Aguardando para tomar venganza contra ese hombre que logró desestabilizarla. Ahora, guarda un secreto que no dejará que nadie conozca. Sin embargo, el día que esperaba llega cuando menos lo espera...Logan Crown vuelve a su vida con una pregunta que exige una respuesta. Solo que esta vez, nadie tiene derecho a exigir, solamente ella. Ya no es la misma. Pero él tampoco. Ahora no tiene motivos, ni sentido en su vida...o eso piensa. ¿Podrá haber apagado esos sentimientos? ¿Podrá resistir ante las verdades que estallarán esta vez? ¿Logan ganará la oportunidad de mostrar sus verdades? ¿Qué hará al verla en brazos de otro hombre?
Leer másLogan. —Señora, ¿se encuentra bien? —el mesera palidece al ver un arma presionando mi cabeza, mientras el chófer de antes le pregunta a Evelyn que solo le da un vistazo al documento. —Si lo autoriza, ahorita... —Usaremos la coherencia, Genzo— le dice ella sin inmutarse, para luego volver a mis ojos—. El señor agente... —Responde— le arrebato el arma al tipo que ni siquiera lucha por ella debido a la mirada de su jefa y la lanzo al suelo luego de quitarle el cargador, siento la nariz impregnada de pólvora y no se ha usado una sola bala— ¿Estuviste o no embarazada? —¿De nuevo en una misión que requiere investigarme? —Deja la puta ironía para otro momento y contesta— la cabeza me va a explotar y a ella no se le mueve ni un cabello—. ¿Este informe es verídico? —¿Qué clase de agentes tiene a tu cargo que debes preguntar a externos si algo es real?— su sarcasmo me presiona los dientes. —Esto es un tema que no se debe sacar a relucir en un sitio público—, interviene el Duque
Logan.Golpeo el escritorio con la base del vaso. No lo suficiente para romperlo, pero sí para hacer que el líquido se derrame.Un simple hecho que sirve para recordarme que estoy despierto. Que esto no es una m@ldita repetición del pasado.Pero no hay paz. No cuando ciertos fantasmas aparecen con un vestido blanco y una sonrisa de museo, como si todo fuera una obra de arte que solo ella comprende. Ajusto el nudo de la corbata y me quito el saco que lanzo hacia la mesa. Me estorba y roza la herida que me hice de la manera más estúpida. El saco, el lugar, el ruido...El recuerdo de lo que sucedió en la noche. Por rabia. Por tensión. Por no tener a quién romperle la cara para quitarme tanto estrés debido a este trabajo. Pulsar un botón y investigar algunas cosas habría sido fácil. Pero eso habría significado que me importa. Que algo se movió. Y yo no soy ese tipo de hombre. Nunca lo fui. Reviso el informe frente a mí sin leer una sola palabra. El comité quiere claridad. Quiere
Evelyn.Residencia Ashford, Distrito Diplomático de Hampshire. Vestir de blanco en una habitación llena de poderosos es una declaración de dominio. No es un color de paz como todos suelen pensar. Es el color que se mancha más fácil. Y aún así, jamás he permitido que algo toque mis vestidos. Ni el vino. Ni las balas. Ni las manos indebidas. El salón está lleno. Nobles, diplomáticos, rostros falsos que sonríen con los dientes pero no con los ojos. La orquesta toca algo casi como si fuera un somnifero musical. Las luces brindan calidez. Todo es espectáculo y yo soy el acto principal, aunque nadie lo diga en voz alta. Les gusta verme. Elogiarme se convirtió en un deber, como si mi memoria fuese a fallar con escucharlos. No lo hará, pero fingir es una lección que tuve que memorizar desde niña. Camino saludando con la cabeza y sonrisas medidas para parecer sublimes, escuchando frases huecas que respondo con palabras aún más vacías. Me entrenaron para esto desde antes de caminar.
Logan. Seis años después... Dejo caer la carpeta sobre mi escritorio y el sonido solo incrementa las molestias que me hacen detestar haber aceptado volver a esta ciudad. Y no es solo el trabajo, aunque este me tenga con la mandíbula a punto de estallar cada vez que leo lo que dejaron los falta de cojones que se acobardaron. Bases destruidas, hombres desaparecidos, ciudades con un índice criminal escalando a lo que las agencias temieron ver. Los informes me hacen doler la cabeza, pero la migraña no me detiene. Aunque la puta pastilla no sirve de nada desde hace meses, la trago igual. Es un hábito estúpido, como fingir que el orden todavía significa algo. Nada funciona. La cadena de mando es un chiste que se repite en cada mesa de reunión. Hay más protocolos que agentes vivos, más reuniones que estrategias funcionales. La política se metió hasta los huesos de esta institución, y yo lo advertí. Se los dije. Pero a los burócratas les gusta pensar que un escritorio puede detener a
Narrador Omnisciente. La mirada perdida de Evelyn Springsteen dejaba clara su postura ante lo que sucedía a su alrededor. No hacía falta estudiarlo ni hacer más preguntas. La habían usado como una estúpida ingenua. La había usado él. Logan Crown. Porque no se llamaba Oliver Soren como lo había conocido 18 meses antes. No era el hombre que llegó por casualidad a Hampshire, no era un sujeto con la familia que se presentó ante todos, porque esos mismos ahora se presentaban como agentes, los mismos que ayudaron a capturar a sus padres y hermanos. Ya no era el hombre con quien había compartido la cama, el mismo que le juró haberse enamorado de ella. La rabia era consigo mismo, porque sus amigos se lo advirtieron, y ello debió haber escuchado. Si tan solo hubiese escuchado a sus tíos...Solos ellos quedaron fuera del radar de la CIAT, y era por una sencilla razón; ellos jamás le tuvieron confianza a nadie. Ahora sabía que tenían razón. Evelyn caminó sin mirar a nadie más q
Último capítulo