CAPITULO 3

Inicio mi ronda con el medico del turno de anoche el cual me da informes sobre las evoluciones de mis pacientes, al llegar a la habitación 305 noto que hay dos hombres grandes custodiando la entrada, el medico me informa que es la habitación de la paciente  Lucía Domínguez, siento algo en el pecho es como una opresión,  pero aun así sigo y me dirijo con el médico hacia aquel lugar, al abrir la puerta me encuentro con la sorpresa que mi paciente  de 8 años ya está despierta, la saludo  y me presento con ella diciéndole que soy la doctora Ana la que la opero y que me siento muy felizde verle la recuperando qué ha tenido, ella me mira con esos ojitos color verdes, y con vos suave y lenta me dice Gracias, yo sonrió y paso a revisarle la herida cual se vemuy bien, al darme vuelta para buscar un familia de la paciente, me topo con que aquel hombre irracional que conocí ayer me estaba  viendo en silencio, yo aparto la mirada de él y me enfoco mirando unos documentos y anotando nuevas ordenes a seguir, sin levantar la vista le informo que la evolución  de Lucía es notoria y que si sigue así pronto podremos  darle el alta, el no dice nada por lo tanto me obliga a mirarlo y el me responde con un simple Gracias, me despido de la Lucía y salgo de la habitación ya estando en mi consultorio me pregunto que me pasa por que ese hombre me pone tan nerviosa,  osf Dios que me pasa ...

Trato de concentrarme en el trabajo y lo consigo, paso unas cuantas horas en el consultorio, cuando entra susam con su carisma y sonrisa invitándome a almorzar, a lo cual acepto pues tengo mucha  hambre, nos dirigimos a un restaurante de la cuidad, donde sus platillos son del gusto de un buen paladar,  el mesero nos indica nuestra mesa y por ende hacemos nuestra elección, mientras charlamos y esperamos nuestra comida, A lo lejos vemos como una mesera se nos acerca con una botella de vino, que por su etiqueta se evidencia que es costosa tal vez con el salario de un año lograríamos tomarnos una, la mesera nos indica con un movimineto en sus manos profecional, que los caballeros de la mesa del fondo nos la envían, susam en su afán de ver quien eran tan amables voltea a ver hacia el lugar mencionado y yo hago lo mismo,  encontrándome con ese mirada que me hacía sentir extraña y aunque suene loco pero me gustaba, ahí estaba el Alejandro Domínguez y dos caballeros más los cuales nunca los había visto antes y debo reconocer todos se veían elegantes , en cuanto a mi amiga no dejaba de babear, me dirijo a la mesera para informarle que no aceptaba la botella de vino, y que por favor le agradecería a los señores, susam me voltea a ver y me dice estas  loca, vamos a beberla cuando tendremos  el privilegio de tomar un copa de un vino tan caro, yo la miro con seriedad  y le digo que no quiero nada que venga de ese sujeto, pues entre menos contacto mejor, susam no entendía mis actitudes pero sabía  respetar mis decisiones así que no insisto más, la mesera se marchó y nuestra comida  llegó, pasamos veinticinco minutos charlando mientras degustábamos la comida, una llamada nos interrumpe y al ver quien llamaba, mi rostro se ensombrece, acto siguiente rechazo la llamada, luego de dos minutos de silencio, susam al fin habla y me dice, era tu madre cierto yo solo asiento y dejo de comer le digo a Susam que yaes hora de volver al trabajo ella al igual que yo esta de acuerdo, pedimos la cuenta y nos marchamos, durante el viaje de regreso al hospital susam me pregunta si algún día perdonaré a mi madre, yo no digo nada y ella intuía que no quería hablar de ese tema, y no insiste.

Mi jornada pasa rápido entre pendientes y consultas, salgo del hospital y la brisa helada golpea mi cara, otra Navidad donde solo me tengo a mi misma, intento tomar un taxi para llegar pronto a casa pues el clima  cada ves es más fuerte y solo quiero estar en debajo de mis cobijas, viendo una pelicula o leyendo un libro, después de esperar por quince minutos,  por fin logró uno, en estos días conseguir un taxi era un reto difícil, al llegar a mi apartamento  me entra un mensaje  de texto, yo intuía quien era y aun así lo abrí, deseaba saber ahora con que mentira iba a salir aquella  mujer que Dios me dio como madre, -" Ana se que no quieres hablarme pero soy tu madre y no puedes sacarme de tu vida, solo perdóname se que cometí errores pero estoy arrepentida" fin del msm , me recuesto en el sofá con  mi mirada al techo, no puedo creer que después de casi quince años siga buscándome y para solo hacer lo que sabe hacerme  daño, me tomo una copa de vino tinto que tenia en guardada para una ocasión especial, fue un regalo de un paciente, pero obviamente hoy necesitaba una copa, me senté en el balcón y deje que mis recuerdos fluyeran.

-" hace unos años atrás cuando tenia quince años vivía en un sector de la ciudad  se podría decir que el mas pobre,  allí llegaban muchas personas que cruzaban la frontera ilegal por el tan anhelado sueño, vivía con mi madre una mujer hermosa  y mi hermana de seis años producto de su segundo matrimonio,  mi vida no fue siempre fácil tuve momentos donde solo podía pensar porque a mi.

mi padrastro me obligaba a salir a la calle a pedir limosna, y el dinero que recolectaba el se lo quedaba  para poder beber, mi madre nunca me defendió o me hizo sentir amada por ella, en cambio  me humillaba al punto de negarme muchas veces  la comida, pues eso ocurría cuando no lograba llegar con buen dinero de la calle, el tiempo en mi vida pasaba lento hasta que conocí a Luis un chico con una historia poco triste pero siempre se veía positivo, me animaba  a seguir adelante a que logra cumplir mi sueño de ser doctora, pero yo ese sueño lo veía lejos pues mi madre me saco  de estudiar para que pudiera trabajar y generar dinero para la casa, luego de unos cuantos meses nos hicimos novios Luis vivía con su padre adoptivo Pablo Duarte, a diferencia  de mi vida,  Luis había sido premiado con un hombre que lo amaba como su propio hijo biológico, una tarde de abril, llegue a casa un poco cansada de recorrer calles pidiendo limosna, al entrar solo estaba  mi padrastro sentado viendo futbol y con una cerveza en la mano, yo deje en la mesa lo que había logrado mendigar en el día, y me marche a mi habitación por el silencio en la casa me daba cuenta que mama no estaba pues solía hacer algunos  turnos en un bar, vi a mi hermana dormida se veía como un ángel, cuando me disponía  a asearme e ir a la cama, escucho que mi padrastro me llama así que me dirigió a la sala,  donde encuentro a un amigo de el sentado en el sofá viendo de una forma que me dio miedo, le pregunte que si necesitaba algo a lo que el respondió, - si, ven aquí te presento a mi amigo, el quiere conocerte yo solo podía sentir como el miedo se apoderaba de mi.

mi padrastro al ver que no me movía, se paro de un solo brinco y me arrastro hacia su amigo sentándome en sus piernas,  y con palabras rudas, me indica que debo ser buena con su amigo por que el nos va ayudar a salir de unas deudas, yo no entendía que hacer o como debía ser buena, mi ingenuidad no me deja ver lo malo mi padrastro, Me dan un vaso con un liquido al parecer es jugo me dice que brinde con ellos, por que la vida nos iba cambiar yo con miedo de que me castigara lo bebo.

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