LEV
No podía dejarla en ningún sitio visible.
Ni en la casa. Ni en la clínica. Ni en ninguna de las habitaciones seguras que usamos para escoltar paquetes importantes. Todos esos lugares ya estaban contaminados por rumores o por hombres que sabían demasiado.
Pero debía mantener el rumor más importante: Que Nikita había escapado.
Así que decidí bajarla al nivel subterráneo del complejo.
Un lugar que solo usamos para proteger cargamentos extremadamente sensibles.
Sé que no era lo ideal, como una casa, pero era seguro.
Espacio blindado, sin acceso desde el exterior, sin cámaras conectadas al sistema general. Nadie podía encontrarla allí, salvo los cuatro hombres que estuvieron conmigo en la casa durante el traslado. Y ninguno de ellos hablaría. No si querían seguir respirando.
No quería sonar confiado, pero esto fue un movimiento que los involucró y ahora ellos protegían la mentira conmigo. Lo que sí, es que ninguno de los involucrados tenía una historia directa con Nikita.
Ella no sabí