Dante.

21 de octubre de 2019. Juchitán, Oaxaca.

—Sofía, te advertí que no puedes darle ese tipo de sorpresas a Indra—la voz de Dasha sonó tranquila cuando recogió la cabeza de Indra sobre sus piernas para pasarle la bolita de algodón con alcohol por la nariz.

Me crucé de brazos suspirando, la mamá de Indra estaba impactada sosteniendo los brazos de ella como se lo había pedido Dasha.

—Dios, no pensé que se fuera a desmayar— mi hermana me volteo a ver decepcionada de ella misma cuando hablo y yo le alce las cejas a modo de respuesta.

Luka, Jorge y Johanna estaban dentro del cuarto con los gemelos.

Después de unos minutos Indra pareció reaccionar sentándose aún aturdida mientras Dasha y su madre la sostenían por la espalda.

Indra murmuró el nombre de su madre como si la estuviese soñando y cuando Angelica la abrazó, las lágrimas de Indra no se hicieron esperar.

Sofía me abrazo fuertemente y yo le sacudí el cabello, las cosas que hacía por mi hermana pensé soltando un bostezo.

Irí