26. Disfrútalo mientras puedas
Dante.
—Será precioso, venden unas vajillas de cristal en Ontario divinas— Sofía parloteo muy alto a la hora de la cena mientras me servía puré de papa.
Sus manos se movían hacia todos menos mi plato y me comencé a frustrar.
Luka, Dasha, Indra y los gemelos eran los únicos que quedaban en el restaurante que había cerrado para nosotros dentro del hotel.
Los bebés parloteaban entre ellos azotando sus juguetes contra sus periqueras, Dasha los intentó calmar con biberones de leche.
Pero entendía la frustración de los críos ¡Yo también tenía hambre!
Quise dormir después de la cena, pero a mi hermana le dio un ataque por querer salir de antro de pronto y yo no quise que fuera solamente con Luka, así que aquí estaba a las once de la noche subiéndome emputado a la camioneta con Indra de copiloto a la que obligue a venir conmigo. ¡Si yo no dormía nadie lo haría!
El ruso y mi hermana iban en los asientos traseros.
Dasha se quedó a cargo de los gemelos y un discreto grupo de seguridad de