Capítulo 40: Casarse... o perderlo todo.
Isabel debía casarse. Era la única forma de poder disponer de su herencia. Y debía hacerlo pronto, antes de que John hiciera quién sabe qué cosa con lo que aún quedaba intacto.
Aquellas palabras dejaron a las dos mujeres completamente desconcertadas. Isabel sentía que su mundo se deshacía entre los dedos. ¿En qué momento su vida, tan perfectamente estructurada, se había convertido en un infierno?
Había perdido a su madre. Vivía con personas que no eran su familia. Había renunciado a todas sus comodidades. Y ahora, tenía que
Por un instante, deseó que todo acabara. Pensó en alejcasarse... o perderlo todo. Pensó en alejarse, rendirse, dejar que su tío se quedara con todo… Pero Juliana no se lo permitió. Le recordó que no podía darle el gusto a un hombre como ese, un miserable sin escrúpulos.
—¿Pero con quién se supone que debo casarme? —preguntó Isabel, con los ojos brillosos de angustia—. ¿Por qué no aparece mi madre? ¿Qué le habrá ocurrido? Esto... esto es terrible.
Los días que sigu