capitulo 2. ¡Eres un cobarde! Me das vergüenza como hombre.
Los Gallardo, a causa de la sequía, habían perdido casi todo lo que tenían, y lo poco que les quedaba lo iban vendiendo poco a poco para poder subsistir. Carlos observaba la necesidad de la familia y quiso aprovecharse de eso. Michael llegó casi de inmediato a la casa.—¿Qué te trae a mi humilde casa, compadre? —preguntó el recién llegado.—Vengo a proponerte un negocio, Michael, amigo mío.—Si me conviene, ¿por qué no? —respondió Michael, entusiasmado.—Quiero ser lo más sincero posible, Michael, y quiero hacerlo delante de tu mujer. —El tono de Carlos era bastante serio, lo que empezó a preocupar a Michael, quien había tomado una silla frente a su compadre.—Ustedes saben que yo no tengo hijo, tengo dos hermosas hijas, pero no es lo mismo. Yo quiero que mi ahijado, Michael, a quien quiero mucho, viva en la hacienda. Yo voy a correr con todos sus gastos educativos, como lo he hecho hasta ahora, y todo lo referente a su futuro.Un silencio profundo se apoderó de la casa. Michael y Hel
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