16. Abandonen toda esperanza aquellos pertenecientes a la mafia
Fausto.
Sicilia, Italia.
Tortura.
Cuando los doctores me dijeron que el proceso de recuperación de Indra iba a ser una tortura para ella. Creí que estaban exagerando, pero pronto me di cuenta que no.
Pude escuchar perfectamente los sollozos y gritos desde los pasillos inferiores en el hospital privado que había rentado solo para la mejoría de Indra.
Finalmente el día de ayer Ulises había regresado a Colombia dejando a Enzo a cargo de la operación de nuestra seguridad en su propio país.
Estábamos bajo el mando del italiano y doscientos hombres encubiertos que cuidaban los alrededores del hospital como medida extra de seguridad.
Sentí un ligero alivio dentro de mi al no llevar el mando de esta situación por ahora.
Me había comunicado con Iván apenas puse un pie en tierra firme.
El electo gobernador soltó un gran suspiro al enterarse del gran éxito en el rescate de Indra.
Después de los pocos minutos que duró la llamada, el mismo Iván la corto para poder dar aviso a la familia