—Bien. Ahora, repite después de mí. —Se inclinó más cerca.
No otra vez, casi me caí hacia atrás en mi silla.
—Estoy teniendo una vida excelente. —Afirmó.
Sabía que no me dejaría en paz si no le hacía caso.
—Estoy teniendo una vida excelente. —Repetí, haciendo una mueca.
—¡Soy una buena persona! —Continuó.
—Yo... ¿soy una buena persona? —Esa vez hice una mueca de disgusto. Si supiera que intenté matar a mi ex-marido no una, sino dos veces, ¿me pediría que dijera lo mismo sobre mí misma? Lo dudaba.
—Suenas muy insegura, pero está bien. Servirá por ahora. —Aplaudió y se reclinó antes de tomar su taza nuevamente.
Suspiré aliviada, solo me dejó con solo dos afirmaciones, eso era excelente. Normalmente, no paraba hasta llegar a 10.
—Entonces... —me sonrió de manera infantil y depredadora—. ¿Reconsiderarás aceptar esa oferta?
Mis cejas se dispararon hasta la línea del cabello. —¿Qué pasó con eso de no presionarme?
—¡No te estoy presionando! ¡Solo intento convencerte de pulir tu talento y conv