Archer Miena, un joven heredero que perdió a sus padres cuando era pequeño y se ha tenido que hacer cargo de los negocios que estos dejaron. Constantemente rompe con las expectativas negativas de los demás mientras se libra de problemas que vienen de su inexperiencia, gracias a la ayuda de los que lo rodean. Esta es la historia de un pequeño que le tocó crecer antes de tiempo y que es capaz de dirigir con precisión el negocio familiar.
Ler maisLas alturas siempre me han gustado, no sé porque exactamente, pero siempre me ha gustado ver todo desde arriba. No tengo claro si es porque todo se ve mejor, o porque da una sensación de control, pero valla que me encanta la sensación de ver todo desde una posición privilegiada. Si tan solo hubiera tenido la oportunidad de ver todo desde un ángulo alto el día que murieron mis padres estoy seguro de que los habría salvado, pero ya no vale pensar en eso, especialmente si hoy tengo la oportunidad de proteger aquello que ellos me legaron, aquello que ellos apreciaban tanto como a mí, aquello por lo que valía la pena matarlos. Puede que mi enemigo piense que tiene todo en la palma de sus manos, pero lo cierto es que yo no dejaré que destruyan aquello por lo ellos lucharon.
—Joven amo, aquí tiene su té. —Dice Mena, mi fiel sirvienta, interrumpiendo mis pensamientos.
Ella ha estado a mi lado desde que tengo uso de razón, no estoy seguro de porque, pero mi madre siempre confió en que ella sería una buena influencia para mí. La verdad es que le agradezco que la haya puesto a mi lado ya que, desde que murió, la considero a ella mi segunda madre.
—Gracias. —Digo educado recibiendo de su mano la taza con el té de jazmín que tiene la dulzura justa y la temperatura perfecta —. Nunca me decepcionas, Mena. —Felicito causando que ella se sonroje mientras me muestra una sonrisa complacida.
—Joven amo, los involucrados en la reunión esperan sus palabras. —Habla Gio desde mi derecha, mi secretario y mano derecha que mantiene todo a flote mientras yo no estoy.
La verdad es que no conozco mucho de la vida de él porque no le gusta hablar sobre su pasado, pero si hay algo que destaca sobre todo es su sentido de lealtad. La misma que le tenía a papá cuando este vivía, es la que heredé cuando me quedé a cargo de todo. Cosa que le agradezco, y que le agradeceré para siempre, porque la idea de dejarme solo, a un niño de apenas 7 años, a cargo de la empresa más grande del mundo me daba terror. Pero él estuvo siempre a mi lado, y en 5 años, he asegurado mi posición en la empresa que era de mi padre.
—Ah… es verdad que estamos en una reunión. —Digo distraído mientras giro la silla de oficina que se encuentra en la punta de la mesa de la sala de reuniones para ver a todos los “invitados”.
Paso mi vista por cada uno como me enseñaron, observando que ninguno alza la vista puesto que todos se encuentran con la vista clavada en los papeles frente a ellos mientras tiemblan de terror por haber provocado mi ira, excepto uno.
No sé porque, pero siempre hay alguien que cree tener derecho a lo que poseo e intenta arrebatármelo. Sin embargo, no pienso permitir que manos avariciosas y desagradables se atrevan a destruir lo que he logrado, a destruir lo que mi padre con tanto esfuerzo construyó, y lo voy a proteger pase lo que pase.
—Bien, ¿tienen algo que decir? —Digo para llamar la atención de todos, tensando a la mayoría que no se atrevería a llevarme la contraría y animando al rebelde a hablar.
—Por supuesto que hay mucho que decir. —Se levanta de su asiento para verme como alguien superior debido a que es un adulto, mas se enoja al ver que no le presto atención por estar tomando mi té —. No es apropiado que un niño que no tiene conocimiento del mundo lleve las riendas de esta empresa.
—¿Lo dices porque, desde que estoy a cargo, la producción ha aumentado junto con las acciones y el valor de la empresa, logrando récords, sin tener conocimientos de cómo gestionar una empresa? —Cuestiono clavando mi negra mirada en sus ojos —. Digamos que tienes razón, ¿qué harías para lograr más cosas que yo? —. Bajo la taza, mostrando mi mejor rostro serio para demostrarle que no me intimida.
—Todos sabemos que no fue un simple niño ignorante quien logró todo eso estos últimos 5 años, es todo gracias al esfuerzo del secretario Gio, y si somos justos, es él quien debería estar a cargo de la empresa. —Grita airado, buscando de quien apoyarse porque sabe que solo no puede, pero ha elegido al socio equivocado —. Y si yo estuviera en tu lugar, primero recortaría los gastos innecesarios y me arriesgaría a invertir en mejores mercados que tienen ganancia a futuro. Pero por supuesto, son cosas que un niño como tú jamás entendería. —Se burla con una sonrisa de superioridad, haciendo enojar a Mena por querer intimidarme.
Dejo mi taza sobre el plato para tomar la mano de ella, ya que si se enoja podría perturbar el plan.
—Muy interesante su afirmación, ¿y de qué tipo de mercados estamos hablando exactamente? ¿Qué tipos de recortes haría? —Pregunto realmente curioso, pero creo que tengo una idea de lo que quiere decir.
—Pues, quitaría de mi camino a los parásitos y recortaría los gastos de caridad para crear un fondo de inversión y así usarlo en el mercado naviero, especialmente en los botes de pesca. —Dice con mucho entusiasmo, pero nadie aplaude su idea.
De hecho, todo se queda en un silencio sepulcral tan tenso que él rebelde siente como todas las miradas caen sobre él con temor y miedo porque intuyen que perdió. De hecho, todo lo que ha dicho ya lo tenía tan bien calculado, que en este momento estoy haciendo un enorme esfuerzo por aguantar la risa que me causa el saber que este tipo es tan manipulable que está bailando en la palma de mi mano. Pero ya no aguanto más y suelto una gran carcajada, causando que la gente de la sala se tense hasta el punto de querer fusionarse con su asiento.
Sonríe con victoria y sale del recibidor para fumadores hacia la salida siendo acompañada por Johan. Mientras tanto me vuelvo a sentar y veo a Mena encerrada en sus pensamientos, de seguro analizando la conversación que acabamos de tener la señora Horst y yo. —Creo que ya he acabado hoy, ¿verdad? —Pregunto al aire para interrumpir sus pensamientos. —Con todo lo que tiene que ver para la oficina, sí, ya termino. —Dice ella segura y sonríe —. Ahora joven amo, cámbiese el traje y diríjase a la biblioteca para que termine sus tareas. —Pobre de mí, no descanso ni un segundo. —Me lamento de forma falsa, haciendo que Mena sonría divertida a medida que caminamos a mi habitación en un cómodo silencio. Los pasillos de mi casa están llenos de artes porque a mi madre le encantaba pintar, y aunque nunca fue reconocida como artista, lo cierto es que tenía un talento extraordinario y cada recuadro que veo me hace sentir que está cerca de mí. Normalmente eso me hace sonreír, pero cuando paso fren
—Joven amo, la señora Horst lo espera en el recibidor para fumadores. —Informa Johan, el mayordomo de la mansión mientras me quita el saco que completa el traje formal que cargo puesto —. Llegó hace un rato pidiendo verlo y dijo que lo esperaría de ser necesario. —Eso es raro. —Digo poniendo una mano en mi barbilla —. Se supone que ya despedimos a su exesposo y ella tiene las acciones que él manejaba, ¿qué estará buscando, y por qué? —Debe ser un plan de emergencia. —Irrumpe Mena con rostro serio —. Ahora que ella tiene las acciones quizás pida pertenecer en la mesa de socios, y teniendo en cuenta lo dependiente y manipulable que es, quizás quiera ser la marioneta de su ex. —Eso no tiene lógica. —Digo confundido. —Créame, joven amo, a veces los adultos son ilógicos e idiotas. —¿Eso significa que admites que no eres adulta? —Bromeo un poco mientras camino al recibidor de fumadores. —¡Joven amo! —Reprende haciéndome sonreír, pues siempre se ha visto tierna molesta —. Por ahora, po
Al ver que Mena espera grandes cosas de él no puede evitar suspirar y aceptar su responsabilidad, pero si ha de ser sincero, no le llama mucho la atención la idea de ir a una secundaria y rodearse de gente de su edad con su estatus social para aprender un conocimiento que ya usa. No porque sea un genio o porque haya nació con un talento que lo hace especial, sino porque tuvo que aprenderlo a la fuerza para poder llevar una empresa. Es cierto que no hace tanto como Gio, pero si tiene la parte difícil de representarse a sí mismo como un líder cuando apenas tiene 12 años, debía aferrarse a algo, así que prefirió que fuera el conocimiento que siempre ayuda. Una decisión que tomó como un adulto cuando apenas era un niño, y como tuvo que crecer a una edad tan temprana, no le atrae la idea de volver a estudiar o relacionarse con alguien de su edad. Sin embargo, cuando Mena lo ve con los ojos llenos de orgullo y comportarse como alguien de su edad, siente que no quiere defraudarla y por eso
—Joven amo, ¿pudo ganar en la reunión de hoy? —Pregunta Theo llamando mi atención, dándose cuenta de que no había dejado ver a los adultos que considero como mis padres. —Obviamente, tengo las herramientas y las personas correctas de mi lado. —Respondo seguro, sintiendo cómo Mena sube al auto. —Me alegro. Es usted el orgullo de la casa Miena, por eso es un ganador nato. —Asegura mi chofer. —Vaya, Theo, no sabía que tenías tanto orgullo por el joven amo. —Bromea Mena con una sonrisa divertida. —Por supuesto. —Habla hinchando el pecho mientras se pone en camino a mi casa —. Es el joven amo. Ríen divertidos mientras mantengo una sonrisa tranquila. Porque son momento como este en que encuentro un poco de calma y seguridad, así que simplemente me recuesto sobre Mena recibiendo un abrazo de su parte que me permite escuchar su corazón, acción que completa un momento de relajación perfecto y comienzo a bostezar del sueño sabiéndome protegido, pero estoy seguro de que todo sería mejor si
—¿De qué te estas riendo? —Dice claramente ofendido. —Lo siento… lo siento mucho. —Digo tratando de calmar mi risa mientras limpio una lagrima que se escapó de mi ojo y respiro profundo —. Enserio que haces buenos chistes. Especialmente porque sí intentaste tu plan, pero este nunca tuvo éxito, —lo veo fijamente mientras mantengo una sonrisa maligna que lo hace tensarse —, debido a que ya no compartes lazos con nosotros. —¡No me vengas con eso! —Grita con ira e indignación —. Tengo acciones en esta empresa, ignorante, eso significa que tengo lazos. Cierro los ojos mientras mantengo la sonrisa y chasqueo los dedos para que Gio lo explique por mí. —Contrato prenupcial, página 3, párrafo 2, sección 5; condiciones de traspaso de acciones. —Dice Gio captando mi orden mientras lee el contrato en su Tablet —. Obviando el hecho de que usted recibió las acciones de su esposa debido a su conocimiento comercial, la condición para mantenerlas a su nombre según esta sección es que usted le fuer
Las alturas siempre me han gustado, no sé porque exactamente, pero siempre me ha gustado ver todo desde arriba. No tengo claro si es porque todo se ve mejor, o porque da una sensación de control, pero valla que me encanta la sensación de ver todo desde una posición privilegiada. Si tan solo hubiera tenido la oportunidad de ver todo desde un ángulo alto el día que murieron mis padres estoy seguro de que los habría salvado, pero ya no vale pensar en eso, especialmente si hoy tengo la oportunidad de proteger aquello que ellos me legaron, aquello que ellos apreciaban tanto como a mí, aquello por lo que valía la pena matarlos. Puede que mi enemigo piense que tiene todo en la palma de sus manos, pero lo cierto es que yo no dejaré que destruyan aquello por lo ellos lucharon. —Joven amo, aquí tiene su té. —Dice Mena, mi fiel sirvienta, interrumpiendo mis pensamientos. Ella ha estado a mi lado desde que tengo uso de razón, no estoy seguro de porque, pero mi madre siempre confió en que ella s
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