Las alturas siempre me han gustado, no sé porque exactamente, pero siempre me ha gustado ver todo desde arriba. No tengo claro si es porque todo se ve mejor, o porque da una sensación de control, pero valla que me encanta la sensación de ver todo desde una posición privilegiada. Si tan solo hubiera tenido la oportunidad de ver todo desde un ángulo alto el día que murieron mis padres estoy seguro de que los habría salvado, pero ya no vale pensar en eso, especialmente si hoy tengo la oportunidad de proteger aquello que ellos me legaron, aquello que ellos apreciaban tanto como a mí, aquello por lo que valía la pena matarlos. Puede que mi enemigo piense que tiene todo en la palma de sus manos, pero lo cierto es que yo no dejaré que destruyan aquello por lo ellos lucharon. —Joven amo, aquí tiene su té. —Dice Mena, mi fiel sirvienta, interrumpiendo mis pensamientos. Ella ha estado a mi lado desde que tengo uso de razón, no estoy seguro de porque, pero mi madre siempre confió en que ella s
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