Gio respira profundo, pidiendo paciencia mientras aprieta el puente de la nariz.
El pequeño fue a acompañar a su tío a resolver el problema de los anillos. Se había dado cuenta de que este los perdería en cuanto le dio la Caja de terciopelo vacia y que por su desesperación iba a buscar la forma de solucionarlo, pero no pensó que le pediría ayuda a la persona con el poder más grande entre todos. Sin embargo, aunque le brindó esta oportunidad a su cuñado, le da algo de celos ver que su pequeño se divirtió al punto de caer rendido apenas toca la almohada.
Bueno, el plan resultó en un éxito. Su pequeño estuvo afuera el tiempo suficiente para preparar la pedida de mano que será mañana, y él mismo elijio los anillos después de darle indicaciones a su cuñado. No sabe exactamente como lo convenció de salir, lo importante es que su pequeño esta bien y se divirtió.
Ahora sólo le queda una cosa por hacer.
Sale de la habitación con una sonrisa tierna y cierra la puerta la puerta con cuid