—Pero, yo los voy a tener a ustedes a mi lado siempre. —Dice con ojos tristes, llenos de temor de pasar por aquello que ya vivió con sus padres —. No necesito a nadie más.
Gio lo abraza a su pecho, conociendo el dolor que está pasando su joven amo con la idea, pero sabe que no puede esconderle la verdad.
—No siempre estaremos aquí, pero espero que sea muy lejos en el futuro, cuando te toque a ti cuidarnos a Mena y a mí.
—Para eso les pagaré a expertos. —Se aferra a la franela de Gio —. Yo mejor me quedo con lo mejor de ustedes mientras que ellos aguantan sus achaques de la edad.
Gio ríe divertido, pues el pequeño amo acaba de sonar igual que su mamá cuando vivía.
—Oh valla. Yo preocupada y ustedes divirtiéndose. —Irrumpe Mena con una bandeja llena de bocadillos, causando que los dos se separen.
—Lo siento Mena. —Dice Archer corriendo hacia ella para abrazarla por la cintura —. No volveré a escapar.
Gio y Mena se ven y sonríen en complicidad, mientras ella acaricia con una mano